Seguimos en PENSAMIENTO DE COLOR con esta serie que se llama, las LEYES ESPIRITUALES DE LA VIDA hoy te dejamos la ley número tres,

Leyes espirituales de la vida

Ley de la petición: si necesitas ayuda debes buscarla.

Cuando ofreces la ayuda a alguien te haz convertido en parte del problema y de la solución, es decir, te haces responsable de las cosas así salgan bien o salgan mal. Cuando intervienen en algo sin ser invitado estás siendo mal educado y con toda seguridad tu ayuda cuando no te la soliciten será de sobra o mal usada.

No hay un aprecio a lo que se regala sin ser solicitado.

Trata de solucionar tus problemas y luego los de los demás, muchas veces estamos claros con nuestras cosas y las opacamos por estar tras las redes neuronales de otras personas, a menos que te pidan ayuda no te metas en problemas que no te incumben.

Si te piden ayuda válida estas dos opciones, la primera es fijarse en lo que te estén pidiendo ojalá esté a tu alcance y la segunda es mucho mejor, revisa que significa esa situación para ti y para la persona que lo está viviendo, habitualmente las situaciones son de aprendizaje, cada persona debe vivirlas y a pesar que quieras salvar el mundo es mejor que primero salves el tuyo, muchas personas somos especialistas en salvar las vidas familiares de otras personas y no nuestras propias familias.

Las personas tiene una condición especial por estar metidas de cabeza en las cosas que él otros llegando al punto de olvidar las propias cosas, si intervienen siempre en las situaciones de las demás personas les estás evitando que se hagan más fuerte.

Ahora viene el foco de la tercera ley espiritual de la vida, cuando estés listo para pedir ayuda también lo estás para recibir esa ayuda, es decir que tu aprendizaje está en su mejor punto y estás preparado para recibir la sabiduría que las fuerzas superiores están depositando en ti, ahí y solo ahí es cuando las fuerzas se ponen en marcha y la ayuda llega a tu vida.

El universo está esperando para ayudarte, cada una de las observaciones y preguntas que tienes tendrán respuestas en el momento indicado.

Muchas veces las lamentaciones pasan a ser el espejo que refleja lo que va llegando, es decir que la famosa pregunta del ¿por qué me pasa todo lo malo a mi? Sigue llamando todo lo malo.

Todo lo que tienes que hacer es pedir y saber hacerlo, la ayuda llega cuando centras tus peticiones en algo puntual, medita sobre lo que en realidad necesitas o deseas y pídelo con fuerza sin dejar de hacer lo que haces para conseguirlo y verás tu petición cumplida. Recuerda algo, cuanto más clara sea la pregunta o petición, más clara es la respuesta y la gestión.

Nosotros en Pensamiento de Color estamos pidiendo luz y enfoque para canalizar por buen camino todas las energías. Hasta pronto.